El acné puede originarse por diferentes causas, aunque principalmente puede deberse a: polución en el medio ambiente, falta de higiene en la piel, problemas emocionales y alteraciones psíquicas, estrés, problemas hormonales, alimentación incorrecta, así como la utilización de productos cosméticos inadecuados combinado con un sistema inmunológico bajo de defensas.
Este problema deriva en un exceso de secreción de las glándulas sebáceas que al querer salir al exterior encuentra los poros taponados no pudiendo aflorar. Esto produce una inflamación y por consecuencia una infección (conocida como erupción).
Marcas de acné. Distintas técnicas según caso.